Hace tan sólo 2 días, la Corte Suprema en causa rol 139.872-2020, rechazó un recurso de protección ingresado por la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) que pretendía invalidar un dictamen de Contraloría General de la República que prohibía la sustitución del bosque nativo por plantaciones agrícolas.
Esto no resulta extraño si miramos a nuestra zona, específicamente a la localidad de Los Laureles, en donde no sólo se pretendía la venta de inmuebles fiscales sino que también se pretendía el cambio de uso de suelo quedando con uso agrícola. Por suerte la media, en parte, fue dejada sin efecto por el Ministerio de Bienes Nacionales.
En los 2 casos referidos anteriormente se trajo a colación un dictamen de Contraloría de fecha 16 de Marzo de 2020 y que el abogado que representaba a los vecinos de Los Laureles citó acertadamente en el recurso de protección. Así las cosas el fallo de la corte suprema deja un importante precedente para las Cortes de Apelaciones que conocen de los recursos de protección en materia ambiental, toda vez que confirmó el criterio de calificar incompatible la autorización de un manejo de corta de bosque nativo para recuperación de terrenos con fines agrícolas, por cuanto dicho permiso no cumplía con el objeto de proteger, recuperar y mejorar el aludido bosque para asegurar la sustentabilidad forestal y política ambiental.
Es necesario recordar que el Recurso de Protección fue interpuesto por la SNA tras el dictamen de Contraloría General de la República del 16 de marzo de 2020, el cual declaró como ilegal los planes de manejo de tala de bosque nativo con fines agrícolas, aprobados por la Corporación Nacional Forestal (CONAF) desde el año 2008 a la actualidad, los cuales permitieron el reemplazo de más de 22 mil hectáreas de bosque nativo por cultivos agrícolas destinados principalmente a la exportación, sin que se haya reforestado ni un solo árbol, según datos entregados por el propio organismo.
Así las cosas, podemos observar cómo algunos (pocos) siempre pretender verse favorecidos por políticas publicas manipuladas por ellos mismos, sin importar el perjuicio provocado a los ecosistemas y a otros habitantes de nuestro país, sin embargo, esta vez nuestras instituciones han funcionado correctamente en pos de la justicia, que es tan necesaria para encontrar la paz social que anhelamos.